El Juicio antes de nuestra creación

 

El Juicio antes de nuestra creación

El Juicio antes de nuestra creación

​A los santos que escuchan este mensaje, les deseo que reciban bendiciones de parte de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

Con este estudio deseo aclarar algunas dudas, y continuar compartiendo lo que entiendo he recibido de parte del Señor. Lo expresado a través de este estudio, no aparece en una forma explícita en la Biblia, sino que surge de escrituras indirectas dirigidas por la iluminación del Espíritu Santo. Amén.

El primer versículo del primer capítulo de la Biblia nos dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”.

¿De qué principio se está hablando aquí? Dios siempre ha existido, Él no tuvo principio ni tendrá final. A nosotros, los seres humanos, se nos hace difícil poder comprender esto, por nuestra naturaleza finita. Dios existía desde antes del principio. ¿Qué nos dice la Palabra sobre el nombre de Dios? El Doctor Scofield (autor de la Biblia comentada ‘Scofield’) comenta: “El nombre Elohim, que en castellano se traduce ‘Dios’, es el primero de los tres nombres primarios de la Deidad. En su estructura es un nombre que encierra pluralidad en la unidad, y está formado de ÉL, que significa poder, o el que es poderoso y Alah, que significa ‘jurar’ “. La unidad y pluralidad que este nombre involucra, se afirma directamente en Génesis 1:26ª, que lee como sigue: “Entonces dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”.

El versículo anterior indica la pluralidad de la Deidad. El próximo versículo, Génesis 1:27, involucra unidad. “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó”.

De todo lo dicho anteriormente se desprende que antes de esta creación primera u original, sólo existía Dios, es decir, la Deidad, que comprende: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Esta Deidad es conocida en el Nuevo Testamento como la Trinidad. A través de la historia bíblica nuevo testamentaria, se han llevado a cabo diferentes debates sobre este tema. Algunas personas y grupos se han negado a aceptar esta conclusión, sobre la Trinidad; por ejemplo, los Testigos de Jehová. Estos grupos expresan que entre Padre, Hijo y Espíritu Santo, existe estratificación y jerarquía. En el Nuevo Testamento encontramos gran cantidad de porciones bíblicas que sostienen la teoría de la Trinidad.

Luego, el versículo de Génesis 1:2 dice: “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”.

En este segundo versículo hallamos algo curioso. Nos surge la pregunta, ¿Creó Dios la tierra desordenada y vacía desde un principio? Sobre este particular existen diferentes teorías de algunos teólogos.

Una de estas teorías expresa que un caos fue la primera materia
creada por Dios, donde el agua y la tierra estaban mezcladas, etc. Por esta razón es que en el Génesis 1:6 las aguas son separadas de la tierra.

Esta teoría nos dice que, “el Creador pudo haber hecho su obra ya perfecta al principio, pero con este proceso gradual, quiso mostrar el método ordinario de su providencia y de su gracia”.

Yo no estoy de acuerdo con esta teoría porque, ¿a quién le iba a mostrar Dios este método de creación?

Cuando se traduce de un idioma a otro, puede ocurrir que alguna palabra que usemos, no exprese el verdadero significado o mensaje de la palabra traducida. El Reverendo Scofield señala que, “Ni en Génesis 1:3, ni en los versículos 14-18, se implica un acto de creación original. El término que aquí se emplea es diferente. Su significado es, hacer aparecer, o hacer visible. El sol y la luna fueron creados en el principio. Por supuesto, la luz vino del sol, pero el vapor la difundió. Después, el sol apareció en un cielo sin nubes”.

Otra de las teorías más conocida y aceptable por su base bíblica, es la que dice que entre el versículo de Génesis 1:1 y 1:2, existió un remoto pasado, el cual es una incógnita, algo desconocido. En la Biblia encontramos varias escrituras que arrojan un poco de luz sobre este espacio de Génesis 1:1 a Génesis 1:2. Estas escrituras indican que durante ese espacio de tiempo, la tierra sufrió un cambio catastrófico debido a un juicio divino. Ese juicio divino se entiende que se debió a la rebelión de Lucifer y de algunos ángeles que le siguieron en su desobediencia. Por esta razón es que en Génesis 1:2 encontramos una tierra desordenada y vacía.

Ezequiel 28:12-15 nos narra lo siguiente: “Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisolito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad”.

Aunque esta cita bíblica está directamente dirigida al rey de Tiro, en su significado nos deja ver que indirectamente se está refiriendo a Satanás. Más que la descripción de la conducta del rey de Tiro, describe indudablemente a Satanás y su caída.

Luego continúa Isaías 14:12-14 diciéndonos: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo”.

Este pasaje describe con lujo de detalles el orgullo, la soberbia que llevó al ángel Luz Bella a caer de su posición privilegiada. Toda esta rebelión provocó la ira de Jehová, y como consecuencia, el juicio divino. Por esta razón es que encontramos una tierra desordenada y vacía, en Génesis 1:2.

Sobre esta condición de la tierra, San Judas apóstol, en el versículo 6 de su epístola, habla sobre la rebelión de los ángeles que siguieron a Lucifer, y el castigo que les espera. “Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día”.

San Pedro dice en su segunda epístola, capítulo 2, versículo 3: “Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio”.

Jeremías 4:23-26 explica sobre este particular: “Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz. Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Miré, y no había hombre, y todas las aves del cielo se habían ido. Miré, y he aquí el campo fértil era un desierto, y todas sus ciudades eran asoladas delante de Jehová, delante del ardor de su ira”.

Aquí Jeremías profetisa a Israel, su castigo de parte de Dios, usando a Nabucodonosor, aludiendo o comparándolo con lo revelado en Génesis 1:2. Podemos encontrar que fue a más de un profeta que le fue revelado el misterio o la incógnita de lo ocurrido en el espacio de tiempo entre Génesis 1:1 y 1:2. Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Zacarías, y otros, recibieron esta revelación de parte de Jehová.

Isaías 24:1 dice: “He aquí que Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su faz, y hace esparcir a sus moradores”.

El versículo anterior nos dice que Jehová vacía, desnuda y trastorna la tierra, refiriéndose al acto catastrófico del juicio divino. Luego, en la siguiente cita encontramos que sin importar esta acción, Él volvería a poblarla. Entiendo que aquí se está refiriendo a la narración de Génesis 1:3 “y dijo Dios: sea la luz; y fue la luz”.

Luego continúa Dios con la preparación de la tierra para volver a ser habitada. De Génesis 1:11 al 1:12, surge la vida vegetal; de Génesis 1:20 al 1:25, la creación de la vida animal, acuática y terrestre. El sexto día, en Génesis 1:26 al 1:27, la creación del hombre y la mujer.

Por tanto, Isaías 45:18 amplía la revelación de Isaías 24:1
diciendo: “Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creo en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová y no hay otro”.

Esta escritura se refiere a lo que podría llamarse la segunda creación. Ha sido el propósito y voluntad de Dios, que la tierra sea habitada sin importar lo que suceda. Esto también lo podremos ver más adelante, cuando estudiemos sobre el diluvio, Noé, y su familia.

El Señor nos revela lo ocurrido en el pasado remoto, en forma indirecta, a través de simbolismos. La Palabra señala y describe la conducta y acción de la ciudad de Tiro y su príncipe, como simbolismo o representación de Satanás y su rebelión.

Ezequiel 27:3 dice: “Dirás a Tiro que está sentada a las orillas del mar, la que trafica con los pueblos de muchas costas: Así ha dicho Jehová el Señor: Tiro, tú has dicho: Yo soy de perfecta hermosura”.

Ezequiel 28:2 continúa: “Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios”.

Luego en las próximas citas bíblicas, continúa describiendo la conducta de Lucifer utilizando simbólicamente a Tiro y a su príncipe.

Este primer acto de creación revelado en Génesis 1:1, y el cataclismo causado por el juicio divino, debido a la rebelión de Satanás y algunos ángeles, dejan margen para la explicación de las diferentes eras geológicas. Más adelante comentaré algunas porciones bíblicas que nos revelan, en una forma indirecta, implícita, sobre la rebelión de Satanás y de algunos ángeles, y el cataclismo ocurrido como consecuencia del juicio divino.

Es imposible negar lo que encontramos aún hoy en el globo terráqueo. Por toda la faz de la tierra, hay evidencias de este cataclismo. Creo que a nuestros jóvenes cristianos, se les debe librar de confusiones o malos entendidos. Hay que explicar de alguna manera, la presencia de estos diferentes tipos de fósiles que incluyen petrificaciones, huellas, etc. Por esta razón es que la teoría sobre la destrucción por un cataclismo, en un remoto pasado, es esencial en el estudio de la geología.

Siguiendo con la historia de Satanás, debemos saber que, aunque Jesucristo le venció en la Cruz del Calvario, él continúa realizando su labor destructora. Es preciso entender que Satanás fue vencido y no tiene poder para con los que hemos aceptado a Jesucristo como nuestro único y exclusivo Salvador y nos mantenemos en comunión con Él. Satanás siempre tratará de tentarnos, por eso es que la palabra nos advierte tanto, sobre estar preparados espiritualmente para resistir las tentaciones. Satanás huirá, pero volverá. Mientras estemos en este mundo, existe la posibilidad de caer en tentación, si no estamos espiritualmente fortalecidos. Satanás no respeta a nadie. Recuerden que se atrevió a tentar a nuestro Señor Jesucristo. Su tentación se basó en la palabra de Dios, en el Salmo 91. Satanás sigue utilizando la misma estrategia, es decir, citando la palabra de Dios.

Hermanos, por eso es que no es fácil cuidarse de las tentaciones y de los engaños. Por esta razón es que desde la existencia de la raza humana, Satanás ha utilizado hombres que son lobos rapaces, vestidos de ovejitas. Generalmente estos falsos profetas y maestros, dirigidos y ayudados por el príncipe de las tinieblas, con mucha facilidad organizan una congregación y construyen un gran templo, y los fieles les adoran. Tienen la mente cauterizada y creen que le están sirviendo a Dios. Viven holgadamente en este mundo, paseando y haciendo todo lo que desean, porque son “el ángel de la iglesia”. Los miembros de la congregación, por vagancia e irresponsabilidad, sólo conocen de la Biblia lo que este “angelito” les explica.

Desde que Satanás fue expulsado del cielo, ha estado tratando de que el hombre se pierda y termine con él, en el infierno. Engañó a Adán y a Eva en el Edén, mintiendo sobre lo expresado por Dios. Luego de la caída del hombre, inmediatamente Jehová Dios, por su infinita misericordia, les promete un Salvador… a nuestro Señor Jesucristo. Cuando María es embarazada por el poder del Espíritu Santo, Satanás trata de evitar que el niño nazca. José y María tienen que huir a Egipto cuando el niño nace, porque Satanás quiere matarlo, a través del rey Herodes. Luego cuando el Señor comienza su ministerio y es llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo, tuvo hambre después de haber ayunado por 40 días y 40 noches. Llegó el tentador y comenzó a hacerle ofertas, utilizando la palabra de Dios. Le ofrecía todo lo que él había ganado por la desobediencia de Adán y Eva en el principio. Todo se lo daría a Jesús, si postrado le adoraba. Entonces Jesús le dijo: “Vete, Satanás porque escrito está. Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás”. El diablo se alejó (por un tiempo) y he aquí, vinieron ángeles y le servían. Luego, durante todo el ministerio de nuestro Señor Jesucristo, Satanás trató de diferentes maneras para que fuese asesinado, pero no tuvo éxito. Cuando se acerca el tiempo de la crucifixión, Satanás entra en Pedro y le dice al Señor: “Señor ten compasión de ti, en ninguna manera esto te acontezca”. Pero Jesús volviéndose, dijo a Pedro: “¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres tropiezo”. Jesús, que sabe todas las cosas, inmediatamente supo que Satanás estaba usando a Pedro.

Desde ese tiempo y ahora más en nuestros días, Satanás sigue utilizando a hombres, y en especial a ministros, para ayudarle a realizar su tarea. Como no pudo detener a Jesús en su sacrificio para ofrecernos la salvación y vida eterna, su labor actual es tratar de restar poder e importancia al sacrificio vicario de Jesús en la cruz. Jesús pagó el precio por nuestra salvación eterna. Nosotros sólo tenemos que aceptarle y recibimos la salvación eterna. Satanás usa todo lo que tiene a su alcance para hacernos creer que hay que realizar obras para recibir esa salvación, y que debido a ciertas cosas, podemos perder la salvación eterna, etc. Este es el punto más fuerte de la política satánica de nuestros días.

Hermanos, son grandes cantidades de porciones bíblicas que explican, demuestran y prueban que una vez se recibe la salvación eterna, no se pierde. Si luego de haber recibido la salvación eterna, pecas deliberadamente, pagarás las consecuencias del pecado aquí en este mundo y cuando vayas al juicio del Señor, perderás tus galardones y serás avergonzado ante la presencia del Señor.
Bueno hermanos, muchos serán los estudios sobre este tema. Ahora les dejo en la presencia de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Por, Pastor ALVARO ROLÓN

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