Esfuérzate y Sé Valiente

Esfuérzate y Sé Valiente

Esfuérzate y Sé Valiente

¡Que Dios nos cuide!

Josué 1:9: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”.

Luego de la muerte de Moisés, Josué es comisionado por Jehová para pasar el Jordán junto al pueblo de Israel. En la cita bíblica Josué 1:5, Jehová hace promesa a Josué.

Josué 1:5: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé”.

Jehová promete a Josué que estará con él, que no le dejará ni le desamparará. Jehová le dice que nadie le podrá hacer frente en todos los días de su vida. He repetido lo que ya está en la cita bíblica para dar énfasis a las promesas de Jehová para Josué. Todas estas promesas no significaban que Josué podía tomar su empresa livianamente; él tendría que poner de su parte, tendría que esforzarse y ser valiente. El Señor le prometió todo lo señalado anteriormente, pero también le requería que se esforzara y fuese valiente.

Isaías 54:17ª: “Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio”.

Aquí el Señor te está asegurando el triunfo, la victoria, pero tendrás que pelear la batalla. Creo que todos entendemos que cuando el Señor nos dice:

San Mateo 16:24: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame”.

El Señor no nos está invitando a algo fácil, pero con él sí podremos lograr vencer cualquier obstáculo, situación negativa o reto que se nos presente. La salvación eterna es un regalo que Dios nos brinda a través del sacrificio vicario de nuestro Señor Jesucristo. Por ser un regalo, nosotros no tenemos que realizar obras para recibirla. Sólo tenemos que aceptar a nuestro Señor Jesucristo como nuestro único y exclusivo Salvador. Aunque gratis para nosotros, no es una salvación barata, pues nuestro Señor pagó un alto precio por nosotros. Para tener otros logros en la vida cristiana, dependeremos de nuestros esfuerzos u obras.

La fe sin obras es muerta

Aparte de la salvación eterna, es decir, para triunfar en otras áreas del evangelio, sí tenemos que realizar obras. Nuestra fe tiene que manifestarse a través de nuestras obras.

Santiago 2:17: “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”.

Lo que Santiago nos está diciendo aquí, es que quien verdaderamente tiene fe, realizará obras que serán inspiradas por esa fe, pero esto no será para alcanzar la salvación eterna, la cual ya tenemos. En el juicio para ser galardonados o avergonzados, nuestro Señor Jesucristo señalará nuestras obras realizadas. Este juicio no es para salvación o condenación, pero si no usamos bien los talentos que nos dio el Señor, seremos avergonzados delante del Señor. También perderemos nuestros galardones, si no hicimos lo que se nos asignó en nuestro llamado.

El hecho de tomar un versículo bíblico y preparar todo un mensaje, aunque usemos sólo esa cita bíblica como base, requiere que examinemos otras citas que lo condicionan o que amplían su significado o mensaje.

Pedir como conviene

San Mateo 21:22: “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”.

San Marcos 11:24:“Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”.

San Juan 11:22: “Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará”.

San Juan 14:13-14: “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”.

San Juan 16:23b: “De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará”.

Aparentemente aquí presenté suficiente evidencia bíblica para decir, resumiendo, que todo lo que pida al Padre lo recibiré. El que desea llevar un mensaje claro, genuino a la iglesia, se esforzará a lo máximo en la búsqueda de información sobre el tema a tratar. No debemos conformarnos en buscar solamente evidencia para sostener nuestra postura. Si en realidad deseamos llevar el verdadero mensaje contenido en las escrituras, debemos buscar porciones que nieguen o que limiten nuestra postura. Debemos trabajar con esa aparente negación, o con la limitación a nuestra tesis y buscar la explicación o armonía a tal aparente negación o limitación, porque la Palabra de Dios no se contradice, se complementa o sustenta.

En las porciones bíblicas de San Mateo 21:22, y San Marcos 11:24 hay un requisito. Ambas citas exigen que la petición se haga orando. Las porciones bíblicas de San Juan 14:13-14 y 16:23 requieren que la petición se haga en el nombre de Jesucristo.

Romanos 8:26: “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”.

Santiago 4:3: “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”.

1 Juan 5:14: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.

El requisito para recibir nuestras peticiones lo podemos resumir con la frase, “conforme a su voluntad”. El Señor no nos dará nada que luego nos haga daño. Él es el que conoce, sabe lo que nos conviene y lo que nos podría causar daño.

¡Que seamos bendecidos!

Pastor Álvaro Rolón

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