Los Apóstoles
¡Que el Señor nos revele su verdad!
Apóstol es la transcripción de la voz griega ‘apóstoles’, derivada del verbo “apostello” que significa enviar o despachar. Este verbo se distingue de “pempo”, otro verbo que significa enviar, en que involucra la idea de ser enviado con un propósito especial o con autorización oficial. El sustantivo se emplea en el Nuevo Testamento de tres maneras distintas:
Designa un “enviado”, “delegado” o “mensajero”. En San Juan 13:16. la palabra no se transcribe sino que se traduce “enviado”.
San Juan 13:16: “De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió.”
En este sentido, Cristo es un apóstol de Dios.
Hebreos 3:1: “Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;”
San Lucas 11:49: “Por eso la sabiduría de Dios también dijo: Les enviaré profetas y apóstoles; y de ellos, a unos matarán y a otros perseguirán,”
Epafrodito es un apóstol de los filipenses.
Filipenses 2:25: “Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades;”
En la cita anterior, ‘apóstol’ se traduce mensajero, al igual que en 2 Corintios.
2 Corintios 8:23: “En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias, y gloria de Cristo.”
Designa a un miembro del grupo de los doce que Jesucristo seleccionó para ser de manera especial, sus compañeros constantes y los pregoneros iniciales del mensaje del reino de Dios.
En San Mateo 10:1-8, Jesús instruye y envía a los doce.
San Marcos 3:14: “Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar,”
San Lucas 6:12-16: “12En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. 13Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles: 14a Simón, a quien también llamó Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé, 15Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote, 16Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor.”
San Marcos 6:30: “Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado.”
Parece que prevalecía en la mente del colegio apostólico, la idea de que el número de doce debía guardarse intacto. Prueba de esto es el hecho de que después de la muerte de Judas Iscariote, nombraron a otro para tomar su lugar.
En Hechos 1:15-26, Pedro se dirigió a ciento veinte y decidieron nombrar a un sustituto por Judas. Escogieron a Matías.
En esta ocasión, Pedro especificó los requisitos que había que cumplir para ser apóstol: haber sido compañero de Jesús durante su ministerio terrenal y testigo de su resurrección.
Hechos 1:21-22: “21Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, 22comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección.”
Pablo cumplía el segundo requisito, pero no el primero. Sin embargo, reclamaba ser apóstol.
1 Corintios 9:1: “¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?”
1 Corintios 15:8: “y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.”
2 Corintios 12:12: “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros.”
Gálatas 1:1: “Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos),”
1 Timoteo 2:7: “Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad.”
2 Timoteo 2:7: “Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad.”
2 Timoteo 1:11: “del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles.”
Es interesante notar que la palabra ‘apóstoles’ aparece 79 veces en el Nuevo Testamento, y que de ellas, 68 se hallan en los escritos de Pablo y Lucas, mientras que en los de Juan no se encuentra ni una. Sin embargo, es en el Evangelio de Juan donde se especifica más claramente el papel particular de los apóstoles, después de la muerte de Cristo.
San Juan 17:18: “Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.”
San Juan 20:21: “Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.”
Según San Juan, el Espíritu Santo les recordará las palabras de Jesús, les “enseñará todas las cosas”, les “guiará a toda verdad”, y les “hará saber las cosas que habrán de venir.”
San Juan 14:26: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”
San Juan 16:13: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.”
Por tanto, las enseñanzas de los apóstoles son la norma para la doctrina y la vida de la iglesia.
Hechos 2:42: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.”
Pablo da el primer lugar a los apóstoles entre los dirigentes instituidos en la iglesia.
Efesios 4:11: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,”
Pablo también nos dice que la iglesia está edificada “sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas”.
Efesios 2:20: “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,”
Gálatas 2:9: “y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.”
Jesús anunció que los apóstoles serán jueces en el juicio mesiánico.
San Mateo 19:28: “Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.”
Apocalipsis declara que sus nombres estarán grabados en los cimientos del muro de la nueva Jerusalén.
Apocalipsis 21:14: “Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.”
3. La tercera manera en que se emplea el sustantivo “apóstol”, designa en sentido general a maestros y misioneros destacados, como por ejemplo a Jacobo, el hermano del Señor.
Gálatas 1:19: “pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor.”
Bernabé:
Hechos 14:14: “Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces”
Timoteo y Silvano:
1 Tesalonicenses 1:1: “Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.”
1 Tesalonicenses 2:6: “ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.”
Andrónico y Junias:
Romanos 16:7: “Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Cristo.”
1 Corintios 15:5: “y que apareció a Cefas, y después a los doce.”
1 Corintios 15:7: “Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;”
Pablo evidentemente se distingue entre los doce apóstoles y todos los demás apóstoles. Juan y Pablo nos advierten que hay quienes pretender ser apóstoles, pero realmente son “disfrazados”.
Apocalipsis 2:2: “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;”
2 Corintios 11:5: “y pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes apóstoles.”
2 Corintios 11:13: “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo.”
Que el Señor nos ilumine a todos!
Pastor Álvaro Rolón